domingo, 11 de diciembre de 2011

Verdadero amor o pasión morbosa entre Alejandra y Matin

El tema que se presenta en la obra literaria “Sobre Héroes y Tumbas” de Ernesto Sábato está enfocada en el “enamoramiento” de los protagonistas.
Todo empezó por encuentros que se suscitaban entre Alejandra y Martín en el parque, en uno de estos ella citó a Martín lo cual encendió más el interés de él por aquella mujer. Él asistió al siguiente día, pero nunca llegó, pasaron meses y Martín continuaba yendo, cuando estuvo a punto de desistir Alejandra apareció y sólo le dijo “Te dije que nos volveríamos a ver pero no te dije cuando”. En aquella ocasión revela toda su vida a Martín, ésta era muy trágica ya que su padre había traicionado a su madre tras la muerte de ésta, desencadenando una serie de consecuencias que la convirtieron en una persona fuera de sí y sin sentido común. Además, la experiencia amorosa en el pasado no fue la mejor, ya que tuvo una relación con un tal Marcos que pensaba casarse con ella, pero Alejandra siempre tuvo la convicción de nunca tener hijos, ésta idea poco maternal no le agradó a aquel sujeto por lo que todo terminó.
Luego de interpretar el por qué contar en su primera cita, la penosa vida que tuvo, me llevó a entender que podía tomarse como un tipo de advertencia a Martín, ya que ella lo que le podía ofrecer es una vida tormentosa y con poco amor.
Continuando con Martín también tenía antecedentes frustrantes, ya que su madre trató de abortar cuando estaba embarazada de él, poniendo como excusa que era un error y se lo recordaba todo el tiempo, esto conllevó a que Martín tenga una imagen mala de su lado materno. “Como si toda la basura de su madre la hubiese acumulado en su alma a presión”. “Será por eso –agregó- que cuando pienso en ella siempre se me asocia la palabra cloaca”. Aparte de esto su padre era un pintor fracasado al cual odiaba aunque jamás quisiera admitirlo.
Éste supuesto amor que tienen Alejandra y Martín no es un amor sano, es más una morbosa pasión amorosa, ya que ninguno estaba en condiciones de amarse por el motivo principal de no amarse ni siquiera a ellos mismos. Alejandra, una joven demasiado depresiva, con antecedentes de locura en la familia, que cree que el mundo no es para ella y que en su vocabulario diario sólo constan las frases: “el mundo es una porquería”, “ciudad inmunda” y “yo soy una basura”; frente a Martín, un muchacho sereno que a pesar de su dura vida no perdió su parte idealista en cuanto a temas relacionados con la vida y el amor.
Para finalizar, existen diálogos que podemos encontrar en el cuento se evidencia que la relación entre los protagonistas era enfermiza y con poco futuro, Alejandra lo sabía y lo advertía contantemente a Martín, pero queda la contradicción de que a pesar de esto, ella lo quería a su lado sin pensar que su locura acabaría con su vida trágicamente, perdiendo su pobre esperanza si alguna vez la tuvo.
“…Y entonces, dándose la vuelta hacia él, con acento amargo agrego:
- Pero Martín, yo soy una basura, ¿Me entendés? No te engañes sobre mí.
Martín apretó una de las manos de Alejandra, con las dos suyas, la llevo a sus labios y la mantuvo así besándosela con fervor y dijo:
- ¡No Alejandra!, ¡Por qué decís algo tan cruel!, ¡Yo se que no es así!, ¡todo lo que he visto en ti me demuestra que no es así!”
“… - ¿Qué soñaste recién? - Pregunto Martín sobriamente
- ¿Para que querés saberlo? No vale la pena
- ¿ves?, tenés un mundo desconocido para mi, ¿Cómo podes decir que me querés?
- Te quiero mucho Martín.
- Bah…..me querés como a un chico
Ella no dijo nada
- ¿Ves? - comentó Martín amargamente
- No…no…no tonto…Estoy pensando… yo misma no tengo las cosas claras….Pero te necesito, de eso estoy segura”.

domingo, 4 de diciembre de 2011

La extrañeza como esencia en los cuentos de Cortázar

“Hasta a la extrañeza es posible acostumbrarse, creer que el misterio se explica por sí mismo y que uno acaba por vivir dentro, aceptando lo inaceptable”.
Julio Cortázar tiene una estrategia al momento de escribir que es dar un sentimiento fantástico a sus cuentos, sugiriendo un clima sobrenatural sin apartarse al mismo tiempo de la naturaleza. “Yo he escrito una cantidad probablemente excesiva de cuentos, de los cuales la inmensa mayoría son de tipo fantásticos. Es inútil ir al diccionario, yo no me molestaría en hacerlo, habrá una definición que será aparentemente impecable, pero una vez que la hayamos leído, los elementos imponderables de lo fantástico, tanto en la literatura como en la realidad, se escaparán de esa definición”. Personajes, cosas, acontecimientos son reconocibles y razonables, pero como se pretende provocar sentimientos de extrañeza, se evita dar aclaraciones lógicas. Además, los personajes no se desconciertan ante los hechos extraños por los que tienen que pasar, es más lo s aceptan como algo cotidiano que es parte de su existencia. Un ejemplo de esto se muestra en el cuento “Carta a una señorita en París” que es el vomitar los conejitos, el autor deja a cada lector la tarea de imaginar el significado de éste hecho inusual, otorgando verosimilitud a una situación que al principio del relato se perfila irreal, pero que con el paso de la historia vamos aceptando con la misma naturalidad con que él nos muestra a los conejitos vomitados como si se tratara de una gripe que es algo que sucede a diario.
En el cuento “El Perseguidor” Johnny tiene la necesidad de encontrar el sentido de su existencia a través de varios medios uno de ellos es la drogadicción como se sabe éstas intensifican las sensaciones logrando sacarte de la realidad a un espacio de “libertad”; la otra es con su música sin someterse a Dios porque es una cuestión personal no religiosa. Una evidencia de esto es cuando dice: “Aquella vez en Nueva York yo creo que abrí la puerta con mi música, hasta tuve que parar y entonces el maldito me la cerró en la cara nada más porque no he rezado nunca, porque no le voy a rezar, porque no quiero saber nada de ese portero de librea, ese abridor de puertas a cambio de una propina”.
Por otro lado, lo que da la cotidianidad aparte de los hechos es la forma del lenguaje y la manera en la que se expresa Cortázar, ya que si tomamos la historia de Johnny Carter en “El Perseguidor”, ésta es contada en una prosa que más parece hablada que escrita, es como escuchar a un amigo contándonos una historia sin interés de impresionarnos, ni adornar cada frase para mostrar solemnidad literaria. “-Es una buena chica, sabes. Pero me tiene harto. Hace rato que no la quiero, que no puedo sufrirla. Todavía me excita, a ratos, sabe hacer el amor como... -junta los dedos a la italiana-. Pero tengo que librarme de ella, volver a Nueva York. Sobre todo tengo que volver a Nueva York, Bruno.
-¿Para qué? Allá te estaba yendo peor que aquí. No me refiero al trabajo sino a tu vida misma. Aquí me parece que tienes más amigos.
-Si, estás tú y la marquesa, y los chicos del club... ¿Nunca hiciste el amor con la marquesa, Bruno?
-No”.
Para finalizar, quiero resaltar que Julio Cortázar refleja la extrañez en todos sus cuentos porque dice que esto nos puede suceder a diario ya que se topan con nosotros eventos que no se pueden explicar con una razón, sino que el misterio de éstas te hace sentir la presencia de algo diferente es decir lo que podemos llamar lo fantástico.